Lobos
Estas fieras, las más abundantes del Imperio Romano también participan habitualmente en los ludi. Esto Lobos son alimentados solo con carne humana, los despojos del anfiteatro, y entrenados para que sean asesinos rápidos y feroces.
A Nivel II lanzan un Aullido al obtener un Ataque de Fiera en el dado naranja, con el que suman dos Dados de Daño y, como las Hienas, pueden moverse una casilla después de atacar. Su habilidad de Esquivar cambia todos los Tropiezos por Paradas en sus Dados de Defensa, lo que les hace difíciles de acertar. Comparten las mismas características que el resto de los cánidos del juego básico.
Proceso de Diseño
Si bien los Lobos no son la mejor baza del equipo verde (ningún equipo puede tener sólo puntos fuertes), su Aullido le permite atacar y alejarse de su presa, lo que obliga a un enemigo sin arma larga a tener que acercarse a ellos… y quizá tenga otro rival más jugoso en contacto. Unido a su habilidad de Esquivar, que permite salvar por sorpresa ese último daño letal, estas fieras suelen sobrevivir más tiempo del que se espera de ellas.
Tras probar con distintas posturas, convenimos en que la miniatura debía estar en movimiento, realizando un salto lateral, como si evitara un golpe o rondara a una víctima.
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David: “Supongo que con los Lobos puedo ser más quisquilloso, dado que son las fieras pequeñas de los verdes (“mi” equipo), pero la verdad es que la cara y el pelaje no me convencen. ¿No debería tener pelo grueso por todo el cuerpo? Si no, parece más bien un perro.
En la cara, son el hocico tan resaltado y los ojos tan grandes (“para verte mejor”) los elementos que me resultan poco lobunos.
En cuanto a la postura de las patas, la cabeza y la cola, ahí sí creo que hemos acertado, y se ve muy bien de frente.”
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David: “Está mucho mejor así, tiene una pintaza digna de los Escudos Pequeños.”
Aunque se quedó abierto un debate sobre la longitud de los mechones del pelaje (es difícil saber cuándo se debe dejar de retocar un trabajo en el que hemos puesto tantas ilusiones), dimos la miniatura por terminada para empezar con la ilustración. El listón estaba muy alto, ya que la ilustración de los Perros de Presa había quedado genial… ¡pero teníamos a Antonio José Manzanedo, todo un maestro!
David: “Como ya dije con el Tigre, me encanta la fuerza con la que pintas, con trazos concisos e impresionistas.
Veo muy bien al lobo del primer término. Al que está detrás, sin embargo, le pondría recta la pata delantera derecha (sus dos patas delanteras apoyadas en el suelo), para que no sea su postura tan parecida a la del primer lobo: así estaría en pie y gruñendo mientras el primer lobo ataca.
Por lo demás, está espectacular.”
Y he aquí el resultado final. ¡Dan más miedo que sus reducidos Dados de Daño!