Thraex
Representante típico de los Parmularii (Escudos Pequeños), este gladiador lucha con una espada corta con la hoja curvada, la sica, diseñada para traspasar la protección del enemigo. Su pequeño escudo puede ser empleado tanto para detener ataques, como para golpear con él. Es uno de los luchadores más temidos, capaz de acabar rápidamente con el gladiador mejor blindado.
A Nivel III puede gastar una carta de ataque para lanzar un Golpe con la Sica (aumenta el daño de su ataque), o una carta de defensa para obtener una Parada con el Escudo (aumenta su defensa). Pero su mejor baza es su habilidad especial de Traspasar Escudo, que reduce en 1 los Dados de Defensa del enemigo, salvo de las Fieras… ¡acumulable con arma Afilada! Reduciendo en 2 los Dados de Defensa de su rival, el Thraex es especialmente efectivo contra los Escudos Grandes, y letal contra los demás gladiadores. Naturalmente, esta gran capacidad de ataque, también le convierte en el blanco de numerosos ataques “preventivos”.
Extracto del glosario de GLADIATORIS, revisado por Alfonso Mañas.
Proceso de Diseño
Diseñar al que, siendo completamente parcial (¡arriba Parmularii!), es el mejor luchador de GLADIATORIS, resultó muy difícil. Cuenta con un arma muy compleja, que nos dio varios quebraderos de cabeza hasta terminar de entenderla… ¡y es que un gran número de las fuentes consultadas resultaron ser inexactas!
Siguiendo esas fuentes, yo había entendido desde el principio que la sica actuaba como un pico o una hoz; incluso la describimos así en nuestro primer video promocional… Y eso pese a los esfuerzos de nuestro historiador, Alfonso Mañas, por enseñarnos el modo correcto de atacar con esta hoja curva…
Durante años, mis rivales habían aprendido a temer y odiar al Thraex del prototipo (un estupendo gladiador de 28 mm de Foundry Miniatures), y me interesaba mantener esas sensaciones.
El escudo separado del cuerpo y opuesto a la sica, para golpear o parar con él, era uno de sus rasgos principales. ¿No son las mejores miniaturas aquéllas con las que podemos jugar a “golpear” las miniaturas del contrario, como si se tratara de figuras de acción?
En lugar del yelmo pompeyano H7, de visera recta, sugerido por Alfonso Mañas, decidí inspirarme en el modelo de visera curva del Louvre, que había fotografiado a conciencia, cambiando el grifo por una pantera.
Copiando la parma de una magnífica ilustración de Angus McBride, le di al umbo la forma de Medusa en relieve, ¡a lo Carlos V!
Alfonso Mañas corrigió el boceto a conciencia:
“1. La parma debería ser algo cintrada, la que tu pones en el dibujo es totalmente plana, y así no se ha hallado ninguna (ni en representaciones ni en parmae en sí).
El agarre se hacía porque el mango horizontal, al ser muy cintrada la parma, permitía meter los dedos. En el algunos casos, de parmae menos cintradas, suponemos que el mango saldría hacia el cuerpo, en forma de arco. Algunas parmae tenían una spina vertical (para dar más resistencia) pero nunca umbo.
Copiar ilustraciones suele ser una mala idea, porque los dibujantes no son expertos en gladiatura (aunque se trate de McBride, que ilustra los libros de gladiadores de Osprey), por lo que introducen errores.
2. La sica debería tener la hoja más corta, la que tú has dibujado es demasiado larga (quizá influido por los dibujos de McBride, que son casi cimitarras árabes).
3. En la cresta del yelmo los thraeces llevaban la cabeza de un grifo (o sea, la cabeza de un águila). Que cambies el grifo por un lobo o una pantera puede aceptarse por coherencia del juego (al ser esos los animales asociados al equipo verde), aunque me rechina un poco.
4. El ala del yelmo debe ser ondulada, tú la has dibujado con ángulos (ya tuvimos esta problemática con el ala del yelmo del Murmillo).
5. Están bien las amortiguaciones que protegen el empeine del pie del peso de la ocrea de tu boceto, pero quizá podemos ampliarlas un poco.
6. Yo quitaría las cintas del yelmo, no aparecen en ninguna fuente.”
Naturalmente, las negociaciones duraron semanas, y hubo capitulaciones por ambas partes, pero al final pudimos entregar un detallado informe a los escultores, que nos contestaron con las primeras pruebas:
Después de darle vueltas, opté por la postura de mi boceto final para la miniatura: con un pie en alto, como si estuviera atacando ayudado con un salto, y con los brazos bien separados pero girados respecto a las piernas. Puede estar golpeando o parando con el escudo, y con la sica preparada para atacar o terminando un movimiento de tajo.
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David: “¡Estoy emocionado con mi miniatura! 🙂
Aunque la Medusa debería ganar algunos puntos de Carisma. ;)”
Alfonso: “A mí me parece impresionante David, es espectacular la pose y cómo queda la figura. Esta es la línea que tendríamos que intentar seguir con todas las figuras.
Además, apenas contiene errores: el escudo hay que hacerlo un poco más grande, la sica un poco más pequeña y en forma de “L”, y la manica compuesta como la de tu boceto (mitad segmentata y mitad squamata) no es rigurosa… tendría que ser uniforme, toda del mismo tipo. Ya que las anteriores han sido segmentatas, esta podría ser squamata.
El yelmo lo veo muy bien, lo han clavado. Me dan ganas de felicitarles. Se nota que ya le han pillado la medida a hacer yelmos.
El penacho es glorioso.
¿Cómo quieres darle más carisma a la medusa? Poniéndole la cara de alguna actriz? Podemos ponerle otra vez la cara de Eva Green, o de Jennifer Connelly, pero a ver si nos van a demandar por usar su imagen sin permiso (es broma). :)”
Y es que Eva Green inspiró a nuestra Medusa del logo, y Jennifer Connelly a nuestra Retiaria (“Helena”). Es una larga historia, que cuento en las poco más de trescientas páginas de mi novela-guardada-en-un-cajón. Literalmente. Y que impide cambiarle la manica al Thraex (o dejaría de ser Duccio, otro personaje novelesco del universo Gladiatoris).
David: “Respecto a la sica, ¿no me dijiste que los dos modelos (la curva y la de ángulo recto) convivieron? Me gusta más la curva (que no recuerda a las armas de los orcos Uruk Hai de Peter Jackson). El tamaño, lo deberíamos mantener en la miniatura, aunque lo reduzcamos en la ilustración.”
Pero atención, la sica curva era todavía más corta que la de forma de “L”. La sica curva era un mero gancho corto, no una cimitarra árabe o un sable pirata del siglo XVII, como aparece en algunas representaciones.
Recordemos, la gladiatura era una forma de lucha de cuerpo a cuerpo, y era para favorecer esto que les daban armas de hoja muy corta, para que no tuvieran más remedio que acercarse.
Sobre el funcionamiento de la sica, es exactamente el mismo que el de una hoz, y se coge igual que una hoz, con la punta hacia adentro (es decir, con la punta hacia el cuerpo del rival, que está delante, ya sea este rival un gladiador o un manojo de trigo).
Anotaciones de Alfonso Mañas sobre el uso de la sica del Thraex.
En fin, tras algunos días más discutiendo sobre hoces y hachas (1d4-1d6 en los viejos tiempos), llegamos a la miniatura final.
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Antonio José Manzanedo: “Ni que decir tiene que la figura está fantástica!! Felicidades.”
Los primeros bocetos de Manzanedo también nos encantaron (pese a la ropa roja):
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Eso lo dice Vegecio claramente; los golpes de tajo descubren al rival (por eso los bárbaros son tan fáciles de vencer) además de que esos golpes se ven venir con mucha antelación. La estocada por el contrario no descubre al que la da (pues parte del pecho y va en línea recta hacia adelante). Además el rival no puede preverla, y lo único que ve venir es la punta hacia él, la cual siente clavada antes de que pueda reaccionar.
Anotaciones de Alfonso Mañas sobre el uso de la sica del Thraex.
Una vez más, la lógica de Alfonso Mañas resultaba aplastante (o más bien “perforadora”, ejem).
Propusimos un brazo algo flexionado, y nos recreamos viendo luchar al sin par Kirk Douglas en Spartacus (Stanley Kubrick, 1960).
Manzanedo nos envió cuatro nuevas propuestas, y escogimos la postura final. Hubo que retocar la visera y algún detalle más y, finalmente, conseguimos nuestro (“mi”) Thraex, para la carta de luchador y para las dos portadas del juego.
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3DBreed: “Me vais a perdonar el off-topic, pero los reflejos del casco me han dejado loco, gran trabajo.”